Cada año se producen más de seis millones de siniestros en los hogares españoles, y en dos de cada diez es necesaria la presencia del perito para valorar el daño . Los españoles tratan de ahorrar unos euros en esta partida, de pago anual, de cuyo alcance siguen sin ser demasiado conscientes.

Las viviendas españolas, de media, están aseguradas un 32% por debajo del valor que correspondería, es decir, que la suma total asegurada es inferior al valor real del bien, lo que se conoce como «infraseguro», y que afecta a la cantidad a indemnizar en caso de siniestro.

Y es que si en la póliza el cliente declara que el valor del bien es, por ejemplo, 10, pero en verdad es superior, en caso de siniestro, la indemnización no será por el total asegurado.

Aunque el «infraseguro» puede producirse en muchos casos, las aseguradoras reconocen que suele ser más habitual en los seguros de hogar, sobre todo, en lo relativo al contenido de la vivienda. Según datos de una compañía experta en soluciones tecnológicas del sector asegurador, Solera, cada año se producen más de seis millones de siniestros en los hogares españoles, y en dos de cada diez es necesaria la presencia del perito para valorar el daño. «Es un momento de incertidumbre para el usuario, que demanda información y orientación de manera inmediata», dice la compañía, que añade que, de hecho, en torno al 40% de las reclamaciones de los clientes son en la etapa inicial de la gestión del siniestro.

Las viviendas en España están desprotegidas ante cualquier siniestro, a pesar de tener contratado un seguro de hogar. Esto es así porque los españoles tratan de ahorrar unos euros en esta partida, de pago anual, de cuyo alcance siguen sin ser demasiado conscientes.. “Los españoles aseguran sus viviendas por un importe medio de 107.000 euros, mientras que su valor real ronda los 142.000 euros de media, lo que supone que en caso de un siniestro grave, como un incendio, la aseguradora nos abonaría solo 107.000 euros, causándonos una pérdida real de 35.000 euros”.

El infraseguro -se asegura por debajo de su valor-, es una realidad muy habitual en España. Se calcula que existen aproximadamente 10 millones de viviendas infraaseguradas. Al no tratarse de un seguro obligatorio, muchas familias han optado por reducir las coberturas de su póliza. Las consecuencias son de calado: en caso de siniestro, la compañía aseguradora indemnizará en la misma proporción que el cliente aseguró el riesgo. Es decir, si debía asegurarse el contenido por 50.000 euros y se asegura en póliza por 25.000 euros, la compañía solo abonará el 50% del siniestro.

Casi 17 millones de propietarios desconocen qué pasaría con el pago de su hipoteca si su vivienda se destruye por un siniestro y casi 18 millones no saben quién se haría cargo de los daños causados a los vecinos. Además, alrededor del 40% de los propietarios confiesa que no vuelve a revisar las condiciones y el precio de sus pólizas después de contratarlas, pese a que hagan obras de mejora en sus viviendas o su valor de mercado se incremente.

Una realidad con la que se toparon de lleno los habitantes de Lorca (Murcia), que tras el seísmo ocurrido ahora hace cuatro años y medio, comprobaron cómo la indemnización de las aseguradoras por sus viviendas no cubría el valor real de sus casas y que incluso era necesario tener contratada una póliza de seguros de hogar para acceder a las indemnizaciones del Consorcio de Compensación de Seguros para cubrir la catástrofe.

Para evitar el infraseguro resulta útil calcular el capital real del contenido realizando un inventario y revisarlo anualmente, en caso de ampliarlo o reducirlo. Para el capital real del continente, hay que multiplicar los metros cuadrados construidos (incluyendo elementos comunes si los tiene) por el valor del metro cuadrado que tenga el inmueble. El valor se puede averiguar en la web del Catastro.