Las diferencias de precio pueden ser aún mayores según la compañía aseguradora y, en algunos casos, el importe de los seguros a todo riesgo sin franquicia llega a ser hasta 4,8 veces superior al importe de la franquicia, lo que haría necesario dar 5 partes para amortizar su coste.
Por otro lado, la diferencia mínima entre ambas modalidades de póliza nunca es inferior a 1,2 veces el coste medio de la franquicia, de manera que en el caso del 100% de las aseguradoras analizadas siempre resulta más rentable contratar una póliza a todo riesgo con franquicia aunque se dé un parte de daños propios con culpa al año.
A pesar de que la Ley solo obliga a la suscripción de un seguro de Responsabilidad Civil, la mayoría suele decantarse por coberturas más completas, como Todo Riesgo o el seguro de Terceros Ampliado.
A todo riesgo o a terceros
la principal diferencia entre estos seguros y los seguros a Terceros en sus diferentes modalidades (Terceros y Terceros Ampliados) reside en la cobertura de daños propios. Los principales motivos para optar por una cobertura a Todo Riesgo así son:
– Valor de nuevo: en caso de pérdida total del vehículo a causa de un siniestro, muchas aseguradoras incluyen durante los 2 primeros años desde la matriculación del vehículo la indemnización por el 100% del valor de nuevo del automóvil.
– Pequeños golpes: los costes de reparación de pequeños golpes o arañazos pueden llegar a ser muy elevados. Durante los primeros años de un vehículo, los consumidores se preocupan más porque su coche esté perfecto.
– Aparcamiento en la calle: los vehículos que aparcan en la calle tienen muchas más probabilidades de que un tercero les cause daños al estacionar o de sufrir robos frente a los vehículos que se aparcan en garaje.
– Uso habitual: conducir un coche todos los días eleva las posibilidades de sufrir un accidente en el mismo.
Así, durante los 2 ó 3 primeros años de un vehículo desde la matriculación es aconsejable contratar una póliza de seguros a Todo Riesgo.
En la modalidad de seguro con franquicia el conductor se hace cargo de una parte de los costes de cada siniestro con daños a su vehículo, en caso de haber sido culpable del accidente. Según aseguradoras, el importe de la franquicia oscila entre 90 y 1.200 euros.
En términos generales, la principal motivación para contratar un seguro a todo riesgo es haber dado algún parte con culpa en los últimos 5 años, un 33% de las comparativas. El porcentaje desciende al 26% en las comparativas de pólizas con franquicia.
En cuanto a los seguros a terceros, estas pólizas no incluyen daños propios, de manera que los causados a un vehículo con este tipo de pólizas solo se cubrirán en caso de haber sido causados por un tercero responsable e identificado. Los principales motivos para elegir una cobertura a Terceros Básico y/o Terceros Ampliado son:
– Valor venal: es el valor de venta del vehículo en el momento de ocurrir el accidente. En caso de siniestro total, la indemnización se calculará conforme al valor venal del vehículo, que se reduce sustancialmente a partir del tercer año de antigüedad del mismo.
– Aparcamiento en garaje: los vehículos que aparcan en garajes tienen menores posibilidades de sufrir daños por un tercero o robos.
– Uso: Un uso esporádico del vehículo reduce sustancialmente las posibilidades de sufrir accidentes con el mismo.
Con toda esta información la aseguradora consigue que sus clientes mejoren su conducción utilizando buenas prácticas al volante, reduciendo los siniestros y el número de víctimas mortales en carretera.