Coverfy explica los motivos por los que es imprescindible no obviar el seguro, aunque no se sea un esquiador habitual, de cara a evitar imprevistos económicos durante la temporada de esquí.

Los 5 millones de esquiadores que cada año llenan las pistas españolas están expuestos a sufrir accidentes y lesiones, que pueden suponer, además de un contratiempo para la salud, un problema económico de importancia para sus bolsillos. Según los datos de la Sociedad Española de Traumatología del Deporte, 4 de cada 1.000 esquiadores sufren accidentes cada día. Según los expertos, la probabilidad es más alta en la práctica de snowboard, seguida por la de esquí alpino, y esquí de fondo, respectivamente.

En España, los rescates son competencia de la comunidad autónoma, y los afectados están bajo el amparo de la Seguridad Social. Sin embargo, estos organismos no cubren los costes generados por el rescate, el traslado, o los primeros auxilios. “Los seguros de viaje no suelen incluir la cobertura de aventura/esquí. Por ello si se va a realizar un viaje para practicar deportes de invierno, es interesante contratar un seguro, y estudiar las especificaciones que cubre, para evitar imprevistos”, afirman expertos de Coverfy.

El rescate de un esquiador herido y que no tiene ningún tipo de cobertura contratada, puede suponer un gasto de entre 600/700€ hasta 3.000/5.000€ en el caso de que dicho traslado necesitara el uso de un helicóptero. Estas tasas también varían si practicas el deporte dentro de pista, o fuera de los límites de la estación. Y si el accidente se produjera fuera de territorio nacional el coste podría ascender hasta los 10.000 en el caso de Estados Unidos o Nepal.

Coverfy detalla que las propias estaciones suelen ofrecer un seguro cuyo coste está en torno a los 3€/día y cuya cobertura depende en cada caso. Esta tasa se abona como suplemento al precio del forfait (entre 20 y 50 euros al día dependiendo de la estación). Este tipo de seguro puede ser recomendable para estancias cortas.

Sin embargo, los seguros de pista no cubren determinados aspectos muy costosos para el accidentado como: accidentes fuera de pista o de aquellas que estén fuera de actividad; agravamiento de lesiones anteriores; gastos ortopédicos rehabilitación y tratamientos posteriores a la urgencia; gastos de convalecencia en hotel; repatriación o transporte del asegurado fallecido; cobertura de los gastos del regreso anticipado si el viaje debe interrumpirse a causa del fallecimiento de un familiar directo.

Por ello, independientemente de si se trata de una estancia corta o de un viaje más prolongado, se recomienda consultar directamente con una aseguradora o un Corredor de seguros que te ofrezca la mayor cobertura y la mejor opción disponible en el mercado. Estos seguros adquiridos con antelación pueden llegar a ser más rentables ya que, dependiendo de la oferta, podrían cubrir la temporada entera de esquí por un coste que rondaría entre los 25€ y los 100€.

“Los seguros de esquí contratados con antelación pueden ser mucho más rentables según las necesidades. Por supuesto, en el caso de esquiar con regularidad, se puede contratar un seguro de temporada, pero también pueden ser recomendables para escapadas de pocos días. Lo mejor es consultar con un experto para comparar opciones y poder valorar tanto el precio, como las coberturas”, afirman los expertos de Coverfy. Actualmente existen herramientas digitales y aplicaciones móviles que te permiten hacerlo en el momento y lugar, desde la palma de la mano.