Si us. pensaba que la DGT era la máxima responsable del control vial, puede que se equivoque. De hecho, según revela el informe ‘Multas, ¿recaudación o reeducación? Sanciones de tráfico en los Ayuntamientos españoles (2011-2014)», presentado ayer por Fundación Línea Directa, la Administración central aporta solamente el 14% de las sanciones de todo el territorio nacional, mientras que los ayuntamientos suponen más del 76%.

El trabajo matiza que, pese a la creencia general y el mito de que las multas se imponen fundamentalmente por razones recaudatorias, el 70% de las multas de tráfico impuestas por los ayuntamientos están directamente relacionadas con la Seguridad Vial y tan solo el 30%, con la movilidad o el aparcamiento. Además, es reseñable que la presión sancionadora ha perdido 10 puntos entre los años 2011 y 2014, debido, en gran medida, a una reducción en el número de desplazamientos. Poco efecto de las sanciones en los hábitos de conducción y en la siniestralidad.

Por otro lado, el estudio concluye que la imposición de multas no provoca cambios la forma de conducir. Casi el 60% de los conductores admite sobrepasar los límites de velocidad de forma habitual, principalmente en vías de circunvalación y travesías urbanas. Más de 4 millones de conductores españoles reconocen haber sido multados por su ayuntamiento hasta 5 veces en los últimos 5 años. Igualmente, las sanciones no se traducen en una mejora en la accidentalidad, pues desde 2011 el número de accidentes con víctimas se ha incrementado un 20% en zona urbana y el número de fallecidos solo ha descendido un 3,5% frente al 22% de las vías interurbanas.