Es un 30% más probable que un pequeño tenga un percance en casa que fuera de ella.

Si bien el objetivo de todo padre es el de proteger a sus hijos, más de la mitad de los accidentes (54%) que sufren los niños menores de cinco años ocurren en casa. Nuestros hogares están plagados de enchufes, peligrosas repisas, mesas de cristal, productos de limpieza, medicamentos, etc.

De hecho, es un 30% más probable que un pequeño tenga un percance en casa que en la vía pública. El problema es común en los países desarrollados, siendo la primera causa de muerte en niños de hasta 15 años los accidentes, sobre todo en el hogar.

Las caídas, el accidente más común 

Se estima que cada 24 segundos tiene lugar un incidente doméstico en nuestro país. 2 de cada 5 se producen por las caídas, seguidos de los cortes y desgarros; golpes y quemaduras; y aquellos que acontecen fruto del agotamiento. Son frecuentes ambién frecuentes las intoxicaciones y los ahogamientos.

Cifras preocupantes, si tenemos en cuenta que en 2016 se produjeron 2.016.555 accidentes que requirieron tratamiento hospitalario, de los cuales 2.000 acabaron en fallecimiento. Si incluimos también los que se atendieron en el propio hogar, los números se disparan.

Entre los que sí precisaron atención hospitalaria, casi el 50% de los accidentados sufrieron secuelas. Además, la media de días de ingreso para estos pacientes se sitúa en 8. El azar (50%), los descuidos(19%), la imprudencia (17%), y la intervención de una segunda persona (5%) fueron las principales causas del siniestro.

En cuanto al perfil de riesgo son las personas entre los 25 y los 45 años, las que se hallan en el principal grupo de riesgo. En este caso, son las mujeres las que tienen casi un 20% de probabilidades más que los hombres de sufrir un accidente doméstico.

Recomendaciones para un hogar seguro con niños

La prevención es, sin duda, la mejor fórmula para evitar accidentes. Para los más pequeños podemos aplicar algunas como no dejarles solos, especialmente en el baño o la cocina. Los resbalones en la bañera pueden ser tremendamente peligrosos, así como la combinación de aparatos eléctricos y agua. En el caso de la cocina hay muchos utensilios y productos tóxicos a su alcance.

Limitar el acceso a zonas peligrosas (escaleras, ventanas, piscina, terrazas, balcones). Existen cierres especiales para las ventanas que impiden que los niños puedan abrirlas. Las piscinas deben estar siempre valladas y, preferiblemente, cubiertas por lonas, tanto en verano como en invierno.

Evitar dejar al alcance juguetes y objetos pequeños -monedas, pilas de botón, caramelos…-. Mucha precaución con algunas comidas, un simple hueso de aceituna puede provocar asfixia.

Proteger enchufes y alargadores -existen tapones especiales para tal fin- y usar con cuidado las estufas, hornillos, y radiadores también será clave. Debemos guardar las medicinas, cosméticos, geles y productos de limpieza en lugares altos. La Asociación Nacional de Seguridad Infantil, recomienda gatear por la casa a su misma altura para detectar y eliminar riesgos potenciales, poner topes en las puertas, asegurar los cierres de ventanas, incorporar protecciones acolchadas en las esquinas de los muebles…. Incorporar alfombras y suelos antideslizantes, barreras de seguridad, controlar el acceso a cables eléctricos y cordones de cortinas son otras medidas clave señaladas por la entidad