El número de accidentes registrados por estos vehículos es un 15% inferior al de sus equivalentes de combustión, lo que repercute en el precio de sus seguros, hasta un 30% más barato

Es el coche, pero sobre todo el conductor. Según un estudio realizado por el equipo de seguridad vial de LeasePlan, los vehículos híbridos registran un 15% menos accidentes de tráfico en carretera que los de gasolina y diésel.

Pero no se debe solo a su tecnología más avanzada, los famosos ADAS (dispositivos de seguridad), sino también «al tipo de conducción mucho más pausada que desarrollan los que pilotan estos vehículos», asegura Fernando Cisneros, responsable de seguridad vial de la compañía de renting.

Unos 70.000 kilómetros más tienen que realizar los híbridos frente a los coches de combustión para tener un accidente que implique responsabilidad de terceros, concluye el estudio, en el que LeasePlan ha analizado más de 12.000 accidentes de tráfico sufridos por clientes de sus flotas en 2020.

Al igual que ocurre con los coches de color rojo o los deportivos, generalmente más susceptibles de sufrir siniestros que los blancos o las berlinas, es el perfil de conductor el que marca la diferencia. Y es que el factor humano está detrás del 90% de los accidentes en las vías españolas, aclara Cisneros. «La motorización híbrida, el arranque e incluso el ruido que genera el motor de estos coches influye de forma determinante en el conductor que, además, suele desarrollar un pilotaje mucho más eficiente y sostenible, lo que demuestra también que a menores emisiones, menor riesgo de accidente», sostiene.

«Es coherente que una empresa o particular con una gran conciencia de responsabilidad social, que escoja un automóvil más ecológico a pesar de que sea más caro, mantenga una pauta de conducción más sosegada y respetuosa», dice José-Martín Castro Acebes, presidente de la Asociación Española de Renting.

Pero según Borja Polo, responsable del área de motor de Rastreator, existen también una serie de aspectos técnicos que ayudan a reducir la posibilidad de sufrir un siniestro. Una de ellas es «la ubicación de las baterías» en la parte inferior del automóvil, que distribuye mejor su peso entre ejes, lo que mantiene el centro de gravedad más bajo. O «su particularidad con el sistema de frenado», que permite detener el coches unos segundos antes gracias a la desaceleración que inicia el coche al levantar el pie del acelerador.

Son alguna de las razones por las que ciertas compañías de seguros han ajustado o rebajado el precio del seguro de estos vehículos, aunque no acaben de ponerse de acuerdo sobre su índice de siniestralidad, en la mayoría de los casos por falta de datos, como aseguran en Línea Directa.

Lo que sí es cierto es que, de momento, es la ciudad el ámbito de circulación de estos vehículos, donde según Rastreator, tienden a sufrir más accidentes de acuerdo con los datos de las aseguradoras, pero eso sí, de menor gravedad. Algo en lo que coincide Solera, empresa que proporciona soluciones de software a aseguradoras y al sector del automóvil. «Están a la par en accidentes urbanos frente a los coches de combustión, pero al salir a carretera el eléctrico tendrán menos accidentes aparatosos», afirman desde esta tecnológica.

Además, también hay que tener en cuenta que los datos del estudio se circunscriben al ámbito del renting de flotas de empresas, en el cual las políticas corporativas exigen a los conductores un mejor comportamiento al volante.

Joan Dalmau, coordinador editorial de la plataforma Coches.net, sostiene que portando la misma tecnología, cuando un conductor se decide por la tecnología híbrida o eléctrica frente a la de combustión, lo hace solo por la necesidad de desplazarse. «Son personas a las que no les gusta conducir, ni correr, sólo buscan vehículos que consuman poco, que no den problemas de mantenimiento, etc. y, por eso, el seguro suele ser más barato», indica.

Además, según cuenta Polo, el precio es inferior, entre otras cosas, porque al tener menos piezas mecánicas sometidas a altas temperaturas, la probabilidad de averías en más baja, y también porque en global, el número de partes es menor. Una comparativa hecha por esta compañía pone de manifiesto que un seguro a todo riesgo con una franquicia similar es de media un 30% más barata en el coche híbrido que en el diésel.

Las aseguradoras en teoría «adecúan la prima en función del riesgo y, si es menor, es más económica o debería serlo al menos en la parte que cubre la responsabilidad civil», dice Carlos Rial, abogado fundador de Eurosiniestro.

No obstante, a juicio de Cisneros, «la reponsabilidad civil es solo una de las patas que configuran el seguro, pero los daños propios (carrocería, lunas, etc.) en los híbridos y eléctricos son más elevados debido a que portan los dispositivos ADAS (sensores en el parabrisas, el parachoques, etc.), lo que encarece mucho las reparaciones en caso de siniestro».

Claves

Reparaciones. Aunque los seguros de los híbridos son algo más baratos que los de combustión, las reparaciones son más caras por la incorporación de los dispositivos ADAS (asistentes a la conducción). Según Fernando Cisneros, responsable de Seguridad de LeasePlan, reparar un para golpes con tecnología ADA cuesta un 20% más, y una luna, un 40% más.

Emisiones. Según el estudio de LeasePlan, a medida que aumentan las emisiones empeoran los indicadores de siniestralidad en frecuencia, culpabilidad y gravedad de los accidentes tanto en daños materiales como en lesiones. El vehículo que supera los 120g/km de CO2 aumenta en un 40% el riesgo de siniestralidad respecto a los coches menos contaminantes.

Ventas. Según datos de la Asociación Española de Automóviles (Anfac), el pasado año se vendieron algo más de 200.000 unidades de vehículos alternativos (eléctricos, híbridos, híbridos enchufables e híbridos de gas), un 24% más que el año anterior. La cuota de mercado de estos vehículos en España es ya casi del 20%.

Fuente de la noticia : Cinco Dias