El futuro de la FP es muy optimista y se proyecta como una posibilidad muy real  para que la incorporación de os jóvenes al mercado laboral. Según los expertos, en los próximos años, la mitad de los puestos de trabajo demandados serán para actividades profesionales con una cualificación intermedia, precisamente para los que prepara la FP. Otra de las razones atractivas de la FP es la posible solución para disminuir el porcentaje fracaso y abandono escolar temprano y presenta una tasa de paro menor que la de los universitarios.

Son conclusiones extraídas del estudio ‘Reflexiones sobre la Formación Profesional de Grado Medio y Superior en España’, elaborado por el IESE e impulsado por Fundación Mapfre y Fundación Atresmedia.

 

Reflexiones sobre la Formación Profesional de Grado Medio y Superior en España

Por Formación Profesional se entienden todos aquellos estudios y aprendizajes encaminados a la inserción, reinserción y actualización laboral, cuyo objetivo principal es aumentar y adecuar el conocimiento y habilidades de los actuales y futuros trabajadores a lo largo de toda la vida. La reflexión sobre esta definición de la FP ofrece por sí sola dos claves fundamentales: el papel estratégico que desempeña esta modalidad de formación para cualquier país y la necesidad de una revisión profunda de su situación en el caso de España.

El papel estratégico de la Formación Profesional se apoya en dos pilares básicos: su capacidad para reducir el abandono escolar temprano y el fracaso escolar y universitario, por una parte, y, por otra, su valor como motor de cambio en la estructura del mercado laboral, aumentando la proporción de profesionales cualificados para su función. Ambas dimensiones tienen un impacto relevante en la competitividad del sector productivo de cualquier país y España no es una excepción.

¿Por qué es necesaria una revisión de nuestro modelo de FP? Si, tal como reza la definición ofrecida, la Formación Profesional trata de asegurar la inserción, reinserción y actualización laboral, las actuales cifras de desempleo juvenil y otras ineficiencias del mercado laboral español, como las elevadas cifras de sobre cualificación, deben hacernos pensar sobre la necesidad de dicha revisión.

Este informe elaborado por el IESE sobre una amplísima base de datos, experiencias y documentación reunidos y elaborados por la Fundación ATRESMEDIA y Fundación MAPFRE, porta ideas y datos a quienes pudieran pensar que, sobre la FP, ya está todo dicho. En primer lugar, es preciso insistir en las mejoras que ya se han producido, tanto en la imagen social y la reputación de esta modalidad educativa (y las cifras de matriculación lo demuestran) como en la empleabilidad de los egresados.

También se aportan algunas referencias históricas que ayudarán al lector a comprender la raíz del relativo retraso en el desarrollo de la FP en España, que está unido al retraso y falta de impulso de la revolución industrial en nuestro país y a cuestiones de tipo cultural.

Las cifras de acceso a la FP en España siguen aumentando de forma sostenida, siendo las titulaciones más demandadas por los alumnos las de las familias profesionales de ‘Sanidad’, ‘Administración y Gestión’, ‘Informática y Comunicaciones’, ‘Electricidad y Electrónica’, ‘Hostelería y Turismo’ y ‘Mantenimiento de Vehículos’. Al reto de la cantidad de alumnos matriculados, debemos sumar el de la calidad de la formación y su adaptación a las demandas, actuales y futuras, del mercado laboral. Para conseguir mejoras significativas en este terreno es necesario establecer un diálogo fluido entre las empresas, los centros, los profesores y las

Administraciones, para poder adaptar y actualizar los planes y contenidos formativos a las necesidades del sector productivo. La flexibilidad y la actualización de la Formación Profesional aparecen como imprescindibles.

La radiografía de la FP en España en 2017, el repaso a la historia de su implantación, la incorporación de la voz y la perspectiva de alumnos, docentes, familias y otros agentes relevantes y la recopilación minuciosa de datos y variables nos permite llegar, al final de este informe, a proponer 41 propuestas de mejora, concretas y detalladas, para impulsar la Formación Profesional y situarla en el lugar que corresponde, como pieza de valor estratégico para alcanzar mayores cotas de competitividad y desarrollo social en nuestro país. En particular, es importante que la regulación de la FP se base en dos principios básicos: a) la flexibilidad y autonomía de los protagonistas de la FP (Centros y Empresas) que permita adecuar los contenidos curriculares a la acelerada dinámica de cada sector con una regulación administrativa que ayude a esta adaptación; b) la cooperación de centros y empresas, con el apoyo de las administraciones.