Los conductores europeos planifican los viajes de largo recorrido (77,1% siempre o casi siempre) y descansan antes de salir (68,8%). Pero una vez al volante, preocupa el hecho de que el 26,8% intenta acortar el tiempo de viaje para llegar cuanto antes.

El 9,2% ha tenido que parar a descansar por cansancio extremo al volante y el 15,7% ha sufrido un accidente por la fatiga.

El RACE y la Asociación de Bebidas Refrescantes han presentado el Eurobarómetro Europeo de la Fatiga 2019, que sitúa a los conductores italianos, franceses y británicos como los que presentan mayor riesgo de sufrir un siniestro por fatiga y/o somnolencia. «Si tenemos en cuenta el perfil del conductor europeo accidentado por fatiga al volante, se trataría de un joven entre 18 a 24 años que, o no se detiene a descansar, o lo hace después de llevar más de 4 horas conduciendo, y cuando lo hace, para 5 minutos o menos», detallan.

En general, los conductores europeos que declaran haber sufrido más accidentes, así como los que se quedan dormidos, tienen en común que no paran a descansar o lo hacen a partir de las 4 horas de conducción continuada, lo que establece una relación directa. Un estudio realizado por el RACE establece que a partir de las dos horas de conducción continuada el riesgo de sufrir un siniestro vial aumenta un 12%.

Conductores en España

El estudio también revela que el 83% de los españoles siempre o casi siempre planifica el viaje, el 78,6% descansa lo suficiente antes de salir y sólo un 6,6% ha iniciado un largo viaje después de salir de trabajar (frente a un 8,9% de media europea).

Además, un 4,9% de los conductores españoles reconoce haber tenido que detenerse a descansar o a dormir al detectar síntomas graves de cansancio o somnolencia, y 6 de cada 10 conductores demoran las paradas de descanso cada más de 2 horas de viaje o directamente no paran hasta llegar al destino.

Igualmente, un 3,8% de los participantes aseguran no parar, o lo hacen por encima de las 4 horas de viaje. En Europa este porcentaje alcanza el 11%, y se supera ampliamente en Alemania, Austria y Noruega, por encima del 15%.