Las compañías cada vez venden más productos financieros, pero las comisiones pueden ser abusivas

Igual que los bancos se están poniendo las botas vendiendo seguros, las aseguradoras quieren hincarle el diente al mercado de productos financieros. Bajo el paraguas de las pólizas de seguros de vida hay un amplio abanico de vehículos que permiten desde acumular un pequeño ahorro para un imprevisto hasta invertir o ahorrar para la jubilación.

La panoplia de productos financiero-aseguradores es amplia y compleja. Están los seguros de ahorro a largo plazo (Sialp), los planes individuales de ahorro sistemático (PIAS), los planes de previsión asegurados (PPA), los seguros de rentas vitalicias, los unit linked…

En total, hay más de 180.000 millones de euros acumulados en este tipo de productos. Más dinero del que hay ahorrado en planes de pensiones.

El problema para ahorrar a través de este tipo de fórmulas es que los productos están menos estandarizados que los depósitos, los fondos de inversión o las pensiones individuales. Y que hay más opacidad en las comisiones aplicadas.

“Todos los seguros de ahorro incluyen unas provisiones matemáticas, que es lo que realmente se invierte, junto con unos gastos de comercialización, de administración y gastos técnicos. En algunos casos, esas comisiones de comercialización son abusivas”, explica Carlos Lluch, director técnico de la correduría Lluch & Juelich y experto en este tipo de pólizas.

Los productos de vida ahorro son una fórmula perfectamente válida para ahorrar o invertir, tienen la supervisión de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP) y una regulación rigurosa para garantizar los niveles de solvencia de las aseguradoras que los comercializan. Aun así, conviene tener en cuenta algunos aspectos a la hora de contratarlos para no llevarse ningún sobresalto.

La página web de la patronal del sector, Unespa, incluye un apartado en el que se explica con todo detalle cómo funciona cada una de estas pólizas.